martes, 30 de diciembre de 2014

Little things.

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Una vez más me encuentro encerrada. Y no necesito más que alas para salir de aquí. Pero claro, tú me las cortaste, tú y tus mentiras. Una vez más, estoy preguntándome a donde me lleva todo lo que hago, todo lo que siento, todo lo que creo necesitar, pero después me doy cuenta que soy una ilusa al sentir que esas cosas son de verdad, que no es más que una patada hacia mi misma por tal de buscar algo que intente llenar este vacío. Sí un vacío que trato de llenar con cada locura, con cada sonrisa. ¿Pero que más da? Solo sé que estoy aquí, mirando a través de esta ventana, observando el mismo y triste paisaje de siempre, buscando algo que pueda cambiar ese paisaje lleno de coches, de carreteras, de parques tristes que no cuidan, por algo que me haga sonreír.
Dejar de mirar la ventana para ver mi triste cuaderno naranja, que sobre su portada lleva escrito ''si lo lees, una maldición puede caerte''. Y no puedo evitar sentir añoranza al momento en el que escribí aquello. No puedo evitar sentir ganas de volver a estar sentada sobre mi cama y pensar 'por si alguien lo encuentra escribiré algo para que no lo lean'
¿Dónde quedó esa ilusión? En palabras que después se me clavaron como cuchillas en la espalda, en promesas que se esfumaron y en sueños que por día parece que están más lejos y que son más difíciles de conseguir. Pero claro, ¿Que más da lo que yo quiera, o lo que yo tenga, o lo que sueñe o lo que sienta? No importa. Solo importa que delante del mundo estés con una sonrisa de oreja a oreja, fingiendo que te vas a comer el mundo. 
Pero soy lo suficientemente inteligente como para dejar eso a un lado, y salir a buscar. A buscar la manera de que las cosas cambien, de que nada siga el curso que debería de seguir, a gritar y que me tomen por loca, a no parar de reír como si siempre hubiese algo que me hace de verdad soltar carcajadas sonoras, solo con tal de tener la esperanza que un día, como una vez pasó, las cosas cambiaran. Por que tal vez me di cuenta que hay que dejar de vivir esperando algo de los demás, esperando a que te salven, a que te den lo que tu a ellos les das, tal vez me di cuenta que solo debes de esperar de ti. 
Por eso mismo, recojo el cuaderno naranja que tengo sobre la mesa guardándolo en mi mochila negra. Me miro al espejo, regalándome a mi misma la mejor sonrisa que me puedo dar, y salgo de nuevo. Salgo con la misma esperanza que siempre; pero con la diferencia de que cada día trato de buscar una aventura nueva.

lunes, 15 de diciembre de 2014

''Lo que no te destroza, te deja roto por dentro''

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Miro el espejo, miro mi reflejo. ¿Esa de verdad soy yo? ¿Por qué no me reconozco? Coloco los dedos sobre el cristal, tratando de recordar quien era. Un recuerdo, como un golpe, aparece en mi cabeza. Me veo en una foto riendo, rodeada. ¿Ahora dónde estoy? ¿Por qué es todo tan confuso? 
Dejo de mirarme en el espejo para salir, para recorrer las calles, para correr. Cuanto más avanzo, la calle más me parece una fauna, rodeada de gente que como salvajes no te mira pero si te juzgan. Un paso adelante es como si diera dos atrás. Cansada de correr a quién sabe donde, cansada de mirar a mi al rededor con un abismo de esperanza, me siento en el suelo. Con las piernas recogidas, y la cabeza entre las rodillas, me siento pequeña, me siento sin fuerzas. Intento abrir una vez más los ojos y que de repente encontrase esa tranquilidad, como aquella vez, pero esta vez se que no voy a tener tanta suerte. ¿Qué por qué lo sé? Por que cada vez las cosas se hunden más, cada vez es todo más como si un tornado hubiese pasado por encima, para destrozarlo todo. 
Y entonces lo único que puedo hacer es gritar, pero lo hago en silencio. ¿Qué más da que me ahogue en un mar de palabras? De esas palabras que he querido soltar y no he podido.
Levanto del suelo, una vez más, entre fingidas sonrisas y falsas risas, caminando cansada bajo la noche. Buscando, quizás, tratando de encontrar lo que un día perdí; mi antiguo yo. Pero parece que todo está en contra. La lluvia cae sobre mí, con fuerza mientras rayos y tormentas suenan, mientras vuelvo a hacerme una bolita en el suelo y todo el que pasa me señala y se ríe. ¿Por que tantas miradas y expectativas en mí? 
Trato de levantarme una vez más, consiguiéndolo, y corro, corro de nuevo a mi cama. El único sitio seguro en el mundo. Allí me esperan mis más preciados en sueños que cuando llegue la mañana se convertiran en pesadillas. Allí es donde encontraré lo que un día perdí.
Pero al llegar y verlo todo vacío, al volver a ver el espejo otra vez en frente de mi, me doy cuenta de que eso que perdí nunca lo recuperaré, que todo lo que tengo que arreglar lo debo de hacer yo. ¿Pero que hago para que eso pase? ¿Para que todo esté tranquilo de nuevo, para que todo funcione, para girar otra vez con todo?
Vuelvo a dejar de mirar este, vuelvo a tirarme en mi cama, la que me acoge en sus brazos cada noche, y la única que recoge mis lágrimas sin reproches.
Una noche más, un día más, que más da.

jueves, 18 de septiembre de 2014

''Me olvidé de poner en el suelo los pies y me siento mejor'''

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  Todo parece lejos. Tengo ganas de huir de la noche, la cual se ha vuelto traicionera y me espera en la cama antes de dormir todos los días para abrirme las heridas, para así rebuscar en ellas y no dejar que se cierren, con finos dedos de aguja. Siento miedo de la soledad, la cual siempre me mira con esos ojos deseosos,  como esperando a estrecharme en sus brazos. No puedo evitar ese vacío cuándo clava los ojos en mí. ¿Cómo hago para huir de esta sensación que me invade? Decían ser amigas mías cuando no era consciente, ahora demuestran ser traicioneras.

   Intento no pensar en el oscuro final de este camino, intento huir del tiempo pasado, y olvidar que el futuro está por llegar, intento enseñarle los dientes al mundo, pero siempre hay alguien que me acaba comiendo.  Trato de pisar fuerte, para acabar cayendo a ese hoyo. Agacho la cabeza, trago saliva, la levanto y sonrío como si la vida me fuese en ello. Grito en silencio. Siento que voy a reventar y entonces lo entiendo; Entiendo que las mejores cosas están por llegar. Que el cielo, sigue siendo azul tras esa cortina gris, que estoy aquí por algo, y si no estoy allí es por que me he vuelto a perder.
No entiendo nunca, y no quiero entender. Me he vuelto fría hacía el mundo. Frío ¿eh? El mismo que se cala en mis huesos en estas frías mañanas, el mismo frío que me dejó cuándo se fue. Pero entiendo que las mejores cosas están por llegar, y que esto no es más que una simple montaña rusa en la que estoy montada; hoy en lo más alto, mañana cayendo sin frenos. Mantengo lo que puedo sin saber que puede llegar a pasar, pues ahora que la noche se ha vuelto traicionera, y la soledad me abraza, y que juntas rebuscan en cada rincón de mi mente mis errores, mis malos recuerdo, ahora que parece que nada me entiende, es cuando sé que soy yo la que rebusca, y que es soy yo, como anteriormente mencioné, la que no quiero entender lo demás.

  Me he vuelto estúpida por esto mismo. Me he limitado a observar, como siempre. Me he limitado a callar. Pero ahora sé que no pasará más. Quizás esta noche baile con el diablo bajo la luz de la luna, quizás mañana le enseñe los dientes al mundo. Pero ahora mismo, solo voy a decir que yo puedo. Sí, puedo, por que no soy tan tonta como para quedarme en esta silla dejando que me rebusquen en mis heridas.

domingo, 31 de agosto de 2014

Trust.

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-¿Y qué te hizo perder el brillo de tus ojos?- Pregunta mirándome el chico.
-No, es que, si no quienes y por qué.-Respondo encogiéndome de ojos, y apartando la mirada de sus ojos celestes.
-Entonces ¿quienes?- Me mira curioso, mientras yo solo trato de no mirarle.
-Son cosas del pasado, y el pasado está de más. Solo que todo vino de una vez.
-Entiendo, no quieres hablar de ello.
-No, no me gusta hablar de esa mierda.

Ahora sí le miro, y le regalo una pequeña sonrisa. Tiene unos rizos muy graciosos sobre los ojos, los cuales son azules y con unas grandes pestañas, y sus labios son carnosos y rosados. Lleva un abrigo que le refugia del frío, al igual que los guantes. También viste con unos pitillos y unas zapatillas. El no responde a mi sonrisas, parece confuso, pues simplemente me mira, hasta que frunzo un poco el ceño, pero aún sonriendo.

-¿Qué pasa?
-Que me impresionas cada día más y que llevo tratando de entender tu mente desde que te conocí, y por cuanto más lo hago, ya sabes, intentar entenderte, más descubro que tú simplemente te callas todo.
-Lo hago.- Y sonrío de forma amplia, como orgullosa de callarme todo lo que pienso.
-Me mata de curiosidad.
-¿La curiosidad de qué?- Ahora dejo de sonreír.
-De saber de ti.

Empiezo a reír, pues suena estúpido. Le miro. Este chico tiene algo especial, se le nota.

-Quieres saber de mí ¿eh?-Alzo las cejas y me encojo de hombros.- Quédate cerca de mí, déjame aprender a confiar. Pero me va a llevar mucho tiempo.
-Pues me voy a quedar quieto a tu lado, hasta que aprendas a confiar. Lo único que vas a aprender de mi.

Es estúpido ¿verdad? Lo que una persona te quitó, te lo quiere devolver otra.

Río al pensar en ello, y miro al chico, que ahora sí está sonriendo.


lunes, 7 de julio de 2014

Confesiones.

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No es que siempre tenga sueño, a veces solo desconecto mi mente y dejo de escuchar por que me canso; sí, puede que te esté mirando, asintiendo con la cabeza e incluso repitiendo las últimas palabras o terminando tus frases, pero es un método que utilizo para que parezca que escucho, puede que mientras tú me cuentas algo sobre ti, yo me esté fijando en el chico o la chica de atrás y lo nervioso/a que está pues no para de mover su pierna y mirar a todos lados , puede que esté pensando en el nuevo libro que me estoy leyendo y en la intriga que este mismo me está dejando, puede que esté pensando en alguien importante para mi, o incluso puede que esté resolviendo el problema que hay entre otras dos personas cercanas a mi. Sé que suena estúpido, pero soy así, una chica perezosa que suele dormir en el momento que dejas de prestarle atención -con esto no quiero decir que me guste ser el centro de las cosas, si me duermo en el momento que no me miran es por que mientras me miran no puedo hacerlo- soy una chica que prefiere soñar que vivir en la realidad, pero ¿para que mentirnos? soñar es creer, y si me paso el día soñando, en teoría es por que creo en mí ¿no? Hasta ahí bien. Sí, una chica observadora y soñadora. Quizás por eso cuando choco con mi realidad acabo con heridas más profundas que cualquier otra persona realista, pues, cuando todos miran a su ombligo, yo estoy mirando al cielo, o quizás e incluso más probable, esté mirando a la sonrisa que tiene ese chico que tanto me encanta., y que creo que sin ella sería solo un poquito menos soñadora. Recuerdo cuando de chica salía con mis padres, solían decir que yo era tímida y callada, que es cierto, pero prefería observar a las personas que pasaban e incluso saludaban a mis padres e imaginarme como serían sus vidas según lo que llevarán puesto, entonces, era pequeña y poco uso de razón tenía, pues toda aquellas vidas que aparecían en mi cabeza no era más que aquellos juegos que habría tenido con mis muñecas. Y como he dicho antes, sí, soy tímida y callada, y es que a veces me encierro en mí misma. Es como si de repente estuviese, y de repente, pues ya no, solo mi cuerpo está allí presente. Puedo estar dos horas así, o un día, o una semana o un mes, según el tiempo que le dedique a pensar en mis cosas, aunque ya, poco me encierro en mi misma, y cuando ocurre, pues eso ni lo quiero, ni lo pido, trato de disimularlo hasta que se me pase. Antes era más común que me ocurriese, ya es raro que me ocurra. Parte importante de mi felicidad se la debo a la sonrisa mencionada anteriormente, es curioso como alguien puede pasar a ser algo tan importante en tu vida, así como para esa sonrisa también a otras que son también muy importantes. Dormilona. Sí, eso sí que soy. Quizás por que me gusta refugiarme entre mis sueños, aunque a veces estos mismos quieran asustarme y hacerme pasar malas noches. 
Aunque lo que sobre todo soy, es una chica normal, que prefiere estar aquí y allí, que estar aquí solo, una chica que sonríe a pesar de que todo este perdido, una chica infantil e inmadura que sabe que tiene a una persona al lado que le ayudara a encontrar siempre su norte, y que otras personas le apoyaran cuando se pierda, soy una chica que no se siente guapa, solo se siente ella, una chica que adora las sonrisas de las que se encuentra rodeada, que cree en la magia y que poco a poco vuelve a creer en los cuentos de hadas.
Sí, esa soy yo. Eso es más bien todo lo que me han hecho ser, tanto las personas, como libros, como películas, como cualquier estupidez que haya pasado por mi vida.
Me sorprendo; por que esto es todavía el comienzo.

domingo, 8 de junio de 2014

I'm happy, I promised you.

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Noche de verano, me encuentro volviendo a casa y voy con una leve sonrisa tonta dibujada en los labios, algo que hacía mucho tiempo que no me pasaba. Me siento feliz, tan feliz que me da miedo que un día la señora Vida decida que me sienta todo lo contrario, y que todo lo que hoy tengo, lo acabe perdiendo. Sé que un día las cosas me fueron mal, tan mal, que me limitaba a sentarme en un banco y observar como un zombie, a escuchar tonterías de las personas que se me sentaban a mi alrededor y me contaban sus problemas sin si quiera fijarse si yo escuchaba de verdad. Hoy, aquí, en esta dulce noche de verano, me doy cuenta de lo estúpida que era en esos momentos, ahora, que la sonrisa de mi cara no se puede borrar y que todo vuelve a estar en su sitio. Es raro ¿no? Un día estabas tan abajo que no podías ni mirar a las estrellas sin tener que ver tus ojeras, y ahora estás tan arriba que el brillo de tus ojos está más fuerte que nunca. Y si lo pienso bien, que hoy el brillo de mis ojos esté así es gracias a esas personas que se sentaron junto a mi y sin hacer mucho, trataban y conseguían hacerme sonreír de una forma sincera, personas que están ahora en mi vida, y que se que sin ellas aún estaría muy perdida en mis complejos, miedos, desconfianzas... Gracias a ellos, soy la que soy hoy en día. La gente pasa, pero es algo que a mi me cuesta afrentar, por eso el echo de que me acompañen, de que estén aquí, conmigo y que no se vayan de mi lado significa más de lo que ellos podrían imaginar. Comienzo a recordar, a sonreír de una forma más amplia cada vez que una imagen aparece en mi cabeza, imágenes que no se capturaron en una foto pero si en mi mente, y es que es imposible que se me borre esta sonrisa de la cara. Los veo a ellos, picándome, haciéndome reír, le veo a él, sonriéndome allí de pie parado y mirándome, veo a los que se fueron, y agradezco que se hayan ido por hacerme así de fuerte. Ahora solo quiero que el día de mañana vuelva a empezar, con unos bonitos buenos días, que vuelva a empezar el día con una sonrisa, que me duche y me vaya de casa y no aparezca en todo el día y hasta que no sea tarde tarde no entre por la puerta de casa y me vaya de nuevo a la cama, quiero que mañana sea otro día como el de hoy, o incluso mejor. Y es que de nuevo empiezo a creer en la magia, en la magia de esos pequeños momentos, en las de cuándo el me mira y automáticamente sonrío, en las carcajadas altas y que hacen que te retuerzas del dolor y la falta de aire aparecen de nuevo, de cuando el olor de verano se vuelve dulce y sumamente increíble... Quiero vivir en un eterno verano moral, que sea siempre así mi vida, que las cosas no cambien, que todo sea una aventura, cada día una sorpresa dentro de la rutina, algo nuevo que vivir, nuevas sensaciones. Pero siempre acompañada de estas sonrisas tan bonitas que tengo a mi al rededor.

Por que estoy aquí, otro mes de Junio.
Mirando al cielo, a las estrellas.
Estoy sonriendo.
Y sé que nadie podrá borrar eso.

domingo, 18 de mayo de 2014

I'm afraid.

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Empino mi botella por tercera vez en la noche. Ya he dejado de contar estrellas. He dejado de contar besos, he dejado de contar caricias. Me he limitado a sentarme en una estación de 'Villa Pena'' esperando que venga un tren para poder montarme, que las cosas cambien. Una vez me dijeron que podrían enseñarme ese sitio donde los sueños son creados, donde las ilusiones se recogen y la esperanza se reparte; una vez más me vi en Villa Pena con las manos vacías, y las cosas seguían iguales. Aquí y allí, me han mentido, aquí y allí he luchado por cosas sin haber ganado. Seamos cuerdos, en Villa Pena si ganas, es cuando dejas de vivir aquí, cuando el tren viene. Pero el mío nunca viene. Me he preguntado muchas veces que pasará en mi vida, que será de mi, sobre todo si me quedo en este triste lugar. Me he sentado en una silla, viendo como la gente pasaba, como me decían que todo saldría bien, pero no ha sido así. Necesito escapar. Estoy cansada. Ya no se como decirlo. La gente parece que pasa a mi alrededor y miran sobre mi hombro como si lo que estuviese sentado en esa silla fuese un bicho feo. Me ahogo.  Necesito huir. Quiero salir de toda esta mierda, quiero que dejen de haber bombas y verme salpicada de ellas, más bien empapada. Necesito correr, perder el control, gritar tan fuerte que me escuchen fuera de Villa Pena. Necesito vivir mi vida, que me hagan caso, no tener que llevar un cartel que ponga 'Hola, existo'. ¿Y a quién le importa esto? ¿Quién vendrá de la nada y me dará ese abrazo que me quite el sentido, ese abrazo que sin pedirlo me lo dan? Que más da. Pocas personas en este momento valen la pena en mi vida. Pocas personas me sacan del pozo sin fondo. Pocas personas me dan un poco de luz. Aunque yo sigo viéndome ahogada, me falta el aire. Quiero llorar y sin embargo ya no salen las lágrimas. Quiero decir todo lo que tengo que decir, quiero irme, quiero salir de aquí. ¿Volver? Eso no queda en la lista de cosas que hacer. Ya no sé a quién recurrir, parece que todo el mundo está en las buenas, pero en las malas se olvidan de mi. Quizás hoy, domingo 18, he explotado, quizás hoy, estoy admitiendo que no puedo más y que me rindo ante todos, que dejo de ser tan orgullosa y decir que estoy bien, que soy feliz, por que no es así. Puede que sí, que sea una niña infantil, inmadura, y que me falte mucho por vivir, pero yo hago todo lo que está en mi mano para aprender, para que mi maldito tren aparezca, para que las sonrisas que más quiero no desaparezcan de mi lado, pero ¿ellos? ellos cogieron el maldito tren hace tiempo, y yo me sigo viendo estancada en la estación, viendo pasar trenes y llevarse gente, sigo viéndome vacía, y que necesito dos hostias en la cara.

Quiero que los cuentos de hadas vuelvan.

viernes, 2 de mayo de 2014

LSN

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Los días eran todos iguales, era difícil levantarse de la cama cuando sentías que no tenías nada por lo que levantarte. Era difícil pasar horas mirando la pantalla del móvil, esperando una llamada, un mensaje, algo que devuelva mi ilusión, pero nada de eso pasaba. Todo era triste, ¿por que levantarse? ¿Por que sonreír? ¿Se me daba bien tapar mis lágrimas entre risas? Caminar despacio, siempre con la mirada perdida. No importa el aire que respire, me sigo ahogando.  ¿Por que de repente las cosas cambian tanto? ¿Por que estabas y ahora te has ido? Es lo único que mi cabeza era capaz de pensar.
Pero tenía que levantarme ¿no? Tenía que empezar a encontrar la magia en los pequeños momentos, tenía que saber que era hora de dejar las cosas pasar. Pero si no lo hacía ¿que pasaría conmigo? Era tan estúpida, que me callaba las cosas, hasta a mi misma me murmuraba que era feliz, tratando de convencerme de una clara mentira; si me lo repetía mucho, quizás me convencía de ello. No sabía que tenía que hacer, no sabía a donde mirar cuando todos me apuntaban a mí. ¿Debía correr y huir? ¿O quedarme parada y aguantar, fingir ser fuerte? Veía todo tan triste, que era difícil encontrar esa magia.
Pero, no todo tiene que ser malo siempre. Por que puedes estar encerrado en un habitación, peleando con tu corazón, y tu cabeza, y que pierdas esa pelea y te quedes sin nada, pero puedes salir de esa habitación y dejar de pelear, simplemente por buscar sonrisas sinceras y no esa máscara que llevas. ¿Por que no pensaba eso antes? Por que aquello que me mata me hace sentir viva.
Aún así, no quería tocar fondo, no quería ser esa chica de la sonrisa rota, o esa chica que no tiene brillo en los ojos. Ya era tarde, por que me encontraba encerrada en una habitación llena de fotos, con toda la historia de mi vida. Miraba las fotos, una por una, y me preguntaba ¿que pasó con esa chica? No me daba cuenta de que, si no luchaba por misma, nadie lo haría. Vi tantas personas que han estado en mi vida y se han ido, otras tantas que se han quedado, y una, que se fue demasiado pronto, al menos para mí. Era difícil salir de esa habitación, podías quedarte encerrada para siempre, mirando lo que una vez el pasado fue, o podías salir, que era mucho más difícil que la primera, tenías que ser fuerte para salir, cerrar la puerta de esa habitación. Pero lo hice. Pude hacerlo. Y cuando salí, habían tantas sonrisas esperándome... 
Fue como si después de todo el dolor, después de casi tocar fondo, la vida empezara de verdad, aunque sabía que realmente no era así, pues todavía me queda mucho por pasar. Sonreí de verdad nada más salir, después de mucho tiempo sin hacerlo. Y todo se lo debo a las personas que estaban detrás de esas puertas, esas que sin ellas, seguiría viviendo en un invierno oscuro en el que siempre llueve.
Y gracias aquellas que me tiraron al suelo de un empujón y se rieron de mi, hoy no sería tan fuerte.
Ahora llegará la noche, saldré a la calle, sonriendo de nuevo, enseñaré los dientes al mundo, y volveré contando estrellas con la misma ilusión con la que lo solía hacer.

miércoles, 2 de abril de 2014

Falling again.

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Como somos ¿no? Que siempre tropezamos con la misma piedra. Sobre todo yo, que aquí estoy, viendo que voy a volver a tropezar con la misma piedra piedra, esa piedra que me puso el un día. Pero, en realidad, me da igual. Parece que me gusta el dolor, pues esa misma piedra es una de las que mas duelen. Le estoy mirando a él, que seguramente tendrá escondida la piedra, para volverme hacer caer de nuevo. Lo sé, sé que la esconde, sé que la caída dolerá, y no sé si más que la primera.
Pero aquí estoy, mirándole sonreír, y sin poder evitar que una sonrisa se me dibuje sobre los labios. Aquí estoy, sabiendo que esa sonrisa esconde miles de mentiras. Pero aunque lo sé, me quedo. Me quedo por que mi cabeza dice que no, y mi corazón me dice que sí. Me pide que esté cerca de él, me pide alimentarse de su sonrisa y sus besos. Y, a veces, es difícil hacerle caso a tu cabeza y no a tu corazón. Pero estoy recibiendo su rusa, sus sonrisas, sus abrazos, sus besos... sabiendo que más tarde estos serán estos mismo los que se me claven como agujas en el corazón, volviendo a abrir esa cicatriz que ya estaba cerrada y curada.
Soy estúpida. Soy muy estúpida. Me está mintiendo y aquí estoy, dejándole que me mienta, sabiendo que que colocará la misma piedra en mi camino y yo, como estúpida que soy, tropezaré con ella. Aunque ya da igual. Ya no me importa.
Ahora se acerca a mi, con una pequeña sonrisa que muestra un poco sus blancos dientes, y seguidamente me da un beso en la cabeza. Y es como si todos eso que sé que me va a hacer y que yo le permito, desapareciese por completo.
Sé que soy tonta. Sé que me va a volver a hacer daño. Pero necesitaba dejar de echarle de menos, necesitaba ir de nuevo sujetando su mano.
Necesitaba deja de ser ''aquella chica con la sonrisa rota''
Así que aquí estoy, preparándome para volver a caer en la misma piedra en la que yo caí una vez.



martes, 1 de abril de 2014

Cigarrillos.

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Somos cigarros. ¿Cigarros? Claro, piénsalo. El fuego es lo que nos enciende al nacer, lo que nos indica cuanto llevamos consumido de vida, de ahí la forma en barra. ¿Las cenizas? Esa parte tanto vivida, como ya muerta de nosotros, dolor, que está ahí, y que solo hace falta darle un golpecito para apartar esa parte de nosotros que tanto dolor da, como el pasado. ¿Las caladas? Ese momento en el que alguien entra en tu vida, sea quién sea, y te da la espalda, o alguien en el que siempre confiaste y que después te demostró que la confianza da asco llevándose un trozo de tu vida; dándole una calada a tu vida. ¿La colilla? Son todos esos sueños, ambiciones, deseos que has tenido alguna vez y no has llegado a cumplir, ya sea por que no has querido o simplemente por que no has podido. ¿La nicotina? Todo el mal que llevamos dentro, todas esas cosas que hemos callado, toda puñalada por la espalda que nos han echo, todo eso que nos va quemando, y que nunca terminamos por decir. ¿El humo? Ese trozo de alma que se va, ese trozo que nos hace más fuerte, ese trozo de alma, que si no se fuese,  seríamos débiles ante cualquier tipo de sentimiento. ¿Las letras? Si llegas a estas, felicidades, has cumplido con todo lo que querías cumplir, (excepto con lo que se queda en la colilla?, has cumplido con la vida y esta te ha regalado una larga y feliz.

Ahora dime; ¿somos o no cigarros?

domingo, 30 de marzo de 2014

STORY OF MY LIFE.

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Estoy aquí, sentada, en esta fría y vacía habitación que solo decoran fotos. Fotos de un ayer en el que fui feliz, fotos de todas las personas y cosas importantes que han pasado por mi vida. Tengo que elegir, o quedarme encerrada en esta habitación, observando cada una de las fotos que forran las paredes, o levantarme, salir de aquí y cerrar otro capítulo de mi vida, que si no se cierra, se puede convertir en el libro entero.
Está claro ¿no? La segunda opción es mejor. Por que el pasado está en el pasado, y aún así, me limito a vivir de recuerdos, recuerdos que espero que un día vuelvan, pero sé bien que no van a volver. Y si no van a volver; ¿Qué sentido tiene encerrarse en una habitación llena de fotos de lo que un día tu vida fue y que no volverá a ser? ¿No es mejor salir, dar pasos seguros, sin mirar al futuro, si no pensando en el presente, para vivir este?
Claro que es lo mejor. Es mejor levantarse entre falsas sonrisas y acabar teniendo unas pocas verdaderas que estar hurgándose siempre las heridas, sin dejar que se cierren. Así que me levanto. Me levanto y dejo la foto que observaba en el suelo, y me dirijo a la salida de esa habitación. Ya hay caras conocidas esperándome con una gran sonrisa, y solo una que parece impotente de haberme visto salir. Le dedico una sonrisa. Nunca más me verá llorar.
Y pam. Desaparece. Y estoy segura de que se ha convertido en parte de mi vida, que esa persona estará en una foto, decorando las paredes, y que ya, no tendrá valor para mi.

jueves, 20 de febrero de 2014

''I know that I can''

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Hay una pequeña voz dentro de ti, muy dentro, que te dice que no puedes, que ni lo intentes por que vas a perder. También hay otra voz, aún más pequeña, pero que aún se puede escuchar para hacerte hurgar en tus heridas con dedos finos, haciéndote buscar un ''por qué'' y no un ''por qué no''. Estás, pero no estás. Un segundo en el que cierras los ojos, sientes que simplemente tienes ganas de levantarte de esa maldita silla, gritar, y salir corriendo. Sin rumbo. Solo correr. Quieres callar a esas dos voces, decirles que tú si que puedes, sacar esos dedos finos de tus heridas para dejar de hurgar en ellas. ¿Cómo? ¿Cuándo? No lo sabes. Pero claro, estás allí, y no estás, escondido detrás de esa máscara de falsas sonrisas y fingidas sonrisas. ¿Qué te dicen? No quieres escuchar palabras necias. Ni si quiera recuerdas la última sonrisa sincera, el último abrazo sincero. Llegarás a casa, dejando de escuchar a tu alrededor para que tus voces se hacen más grandes. Tu cama vacía. No puedes dejar de buscar sus restos en su cama, buscar allí a ver si vuelve a esta, pero seguramente ya esté en la cama de otra persona. ¿Qué más da? Esa persona te daba la voz de que sí podías, y callaba a las voces de tu cabeza. Un día nuevo comienza y de nuevo, por la mañana te pones tu máscara, esa misma máscara que te esconde de todo. Está claro que te escondes detrás de ella por que no quieres que nadie se entere de que es lo que te intimida, por que, por mucho que busques consejo todo será un ''Calla, y aguanta''. Nadie se ha preguntado si te escondes, y mejor así ¿no? Tus sentimientos guardados, que nadie los sepa. Los recuerdos están ahí, guardados en un maldito cajón que abres una y otra vez, un cajón mental al que crees que deberías de ponerle candado, pero ningún candado es tan fuerte como para pararlos. Nadie te conoce por que no quieres que te conozcan. Y para eso esa máscara que llevas encima. Solo alguien conoció aquellos recuerdos, aquellos sentimientos y solo esa persona agrando tanto tus pequeñas heridas y se rió viendo como sangraban. Otro día más, las mismas caras de siempre, y las mismas ganas de romper con todo.

You always make me feel ok.

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Sentirme vacío es como me siento cada día de mi vida. Las cosas cambian. Sí, claro que cambian. No sé si fui yo el que me equivoqué al enamorarme de ella, al dejar que me pusiera la vida patas arribas, y que se fuera llevándoselo todo, dejándome mil heridas. Que raro y vacío se hacen entonces las cosas.
Pero esta chica me anima, y poco a poco, me está curando esas heridas. No sé cómo pero siempre la acabo viendo reír hasta que se le saltan las lágrimas, como ahora, está retorciéndose del dolor y la falta de aire que le produce la risa, pero aún así, no para de reír. Lo único que yo hago es observarla con una leve sonrisa, no soy capaz de reír, pocas veces lo hago. Ella, en cambio, lo hace todo el tiempo, pero no sé si también es, por que como dice ella ''soy muy gracioso'', aunque yo no soy así. ¡Seguro que es ella, que tiene un gran sentido del humor!
Es una chica especial, solo con mirarla lo sé. Es un sentimiento que trae con ella, de no ser como las demás, de no ser como la chica del pelo naranja, esa en cambio me dejó heridas que ahora esta chica que no para de reír trata de curar.
No podría hacerle daño. Se la ve tan débil, que si la tocas se rompe, que es la única que al conocerla, no quise usarla hasta dejarla sin nada por dentro. Nunca me olvidaré de verla aquel día persiguiendo al que hoy en día es su gatito, y acabar tirada en el suelo. Me reí mucho aquel día, y eso me gusto.
Y creo, que de todas las chicas que conozco y he conocido (lo cuál es una gran lista) es la que más me ha echo reír, más que la del pelo naranja, esa se puede morir. 
No quiero hacerle daño, por eso solo dejo que termine de curar mis heridas, y entonces, yo la protegeré de todo lo que pueda hacerle daño. Bueno, ya lo hago, pero realmente necesito que sea mía. Lo será, solo que todavía no puede ser así.
Ahora sí que sonrío, cuándo está pensando en algo siempre se queda con los labios entreabiertos, observándome.

-¡Ey! ¿En que piensas, enana?
-¡Nada, tonterías!
-¡Tú siempre piensas en tonterías!

I'm here.

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Las lágrimas son la mayor manera de expresión de los sentimientos; ya tanto de felicidad o como de tristeza. Yo suelo soltar muchas lágrimas. Cuando río, sobre todo. Ahora, por ejemplo, las lágrimas acompañan mis carcajadas, no soy capaz de dejar de retorcerme, y no por otra cosa que el dolor y la falta de aire que la risa me está produciendo. Él siempre consigue hacerme reír de esta manera. Vale, sí, quizás soy una chica de risa fácil, pero nadie me hace reír como él, que, ahora, satisfecho de haberme echo explotar en carcajadas, sonríe de oreja a oreja, observándome; como siempre hace. Quizás por eso me gusta tanto, por que hoy está aquí, haciéndome reír, y mañana también. Quizás adoro cada momento con él, por que es increíble.
Como todo lo contrario a mi, el nunca ríe, y el brillo de sus ojos ya no está. Aquella chica, del pelo naranja se llevó aquello, y ahora, yo solo trato de intentar devolvérselo, y sueño con que un día lo haré, y podré enseñarle a querer de nuevo.
Siempre trato de pensar como será su sonrisa de verdad, esa que va acompañada del brillo vivo de sus ojos, y también, imagino que me mira a mí, como entonces la miraría a ella, y quizás, algún día lo consigo, ¿Quién sabe? Pero como aún sé que no, solo puedo tratar de imaginar que un día lo consigo, que podré darle todo lo que aquella chica le quito. Me conformo con el echo de tenerlo siempre, haciéndome reír, que tenerlo un día, con mil besos que para el no significarían nada, y que sea una más, de su lista sin final. Sé que ahora saldrá por esa puerta, irá a algún sitio, con alguna otra chica, que la hará sentirse querida por una noche, pero me tranquiliza saber que mañana volverá, me contará alguna historia de la noche, me hará reír, y estará conmigo. 
A lo mejor, algún día soy yo la única de su lista. Esa que le hace sonreír, pero sé que nunca llegaré a conseguir lo que esa chica consiguió, y la odio, por que se llevó esa gran parte de él, esa parte que podría haberme dado a mi, yo no hubiera jugado con esta hasta haberla roto.

-¡Ey! ¿En que piensas, enana?
-¡Nada, tonterías!
-¡Tú siempre piensas en tonterías!

Take me away.

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Sus increíbles ojos celestes resaltaban aya dónde fueran. Aún los recuerdo, llenos de vida, de alegría, de brillo. Fueron sus ojos lo que me enamoró de ella. Los recuerdo el día que la conocí; el día que me tope con aquella chica llena de vida. Era invierno y se había pasado todo el día lloviendo, y, todavía por la tarde, seguía lloviendo. Recuerdo la lluvia cayendo por mi cara, el frío en mis manos, y sus ojos, que brillaban. Recuerdo aquella sonrisa dibujada en sus labios. 
¿Habéis conocido alguna vez a una perdona, que lleva consigo un sentimiento muy fuerte? ¿Qué en el momento que ves a esa persona por primera vez, lo notas? Eso le pasaba a ella, llevaba un sentimiento de ser una chica especial, de no ser como las demás. Sabía que no era una chica cualquiera, y sus ojos celestes y profundos, lo demostraban.
Me encanta picarla, me encanta sacarle sonrisas, me encante que me regale una sonrisa, así, como si todo estuviera bien, aunque no sea así.
Pero...de eso ya no queda nada.
Ella ya no está. Y ahora estoy vacío. 
Por que se ha ido.
Por que no la voy a volver a tener entre mis brazos.

Mis amigos nos decían que estábamos locos. ¡No lo entendían! Apenas nos dábamos un simple beso en la calle, por que con el simple echo de mirarnos saltaban chispas. Y quizás, a lo mejor, si estábamos locos, pero era el uno por el otro.
Nos sentábamos siempre en el mismo banco, del mismo parque solitario, dónde la escuchaba hablar sobre sus sueños; Viajar; el cuál era su mayor sueño, visitar, ver, vivir... ¡Era tan creativa! Siempre decía lo lejos que se quería ir.

El último día que la vi, el mismo día que la perdí, estábamos en el mismo parque de siempre. Se sentó muy seria, tenía el brillo de sus ojos apagados y parecía cansada. Y quizás si estaba cansada, cansada de solo soñar y no ir detrás de sus sueños, cansada de que yo la retuviera en aquella triste ciudad, en aquel solitario parque. Se sentó muy, muy callada, y se limitó a decir;
-Llévame lejos.
Y yo, como estúpido que soy, me reí de ella.
Me negué, pero ella no se iba a negar.
Y se fue.
Podría estar con ella, si no hubiera sido un cobarde, y la hubiese dejado escapar, en vez de escapar con ella.

Y ahora estoy... vacío.

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Y es que yo...
Me quedo callada. Miro a mi alrededor. Y aunque siento miedo no lo quiero decir. No quiero decir las mil locuras que pasan por mi mente, las miles de cosas que quiero hacer, gritar. ¿Qué hacer cuándo de repente todo lo que tenías desaparece? Sonreír y no hacer nada más.
Por qué...
Todo a tu alrededor parece perfecto. Sonríes de verdad, por que tienes un gran motivo para hacerlo. Da una vuelta a ti mismo. Y ya, no hay nada de lo que tenías antes. Un abrir y cerrar de ojos en lo que todo desaparece, y lo que te deja son los recuerdos. Empiezas ha encontrar todo vacío, que algo falla. Y quieres gritar. Pero no sabes que gritar.
¿Realmente mereció la pena acabar así? ¿Cuál fue tu error? ¿Qué es lo que hay en tu interior que no te deja respirar tranquilo? Es cómo si a tu alrededor hubiera uno y mil bichos qué te comen poco a poco, queriendo que te consumas. ¿Es así como quería acabar? Es lo único que eres capaz de preguntarte.
Vacío, todo está vacío. ¿Qué pasó con aquello que habías construido a tu alrededor?

Y es así como me siento. Vacía. Quiero huir lejos, desconectar, respirar tranquila. ¿Cómo huir cuándo todo el mundo te busca? ¿Cómo respirar tranquila cuándo tienes todo el peso sobre tus hombros? 
Sonreír. Es lo que queda. Pararte, y sonreír. Aunque no sea de verdad. Y convencerte a ti mismo de que todo está bien. 

Y después llega la noche. Llegan los sueños, que ayudan a no estar en tu realidad. Y ahí estoy.
Contigo.
Rozando el cielo con la yema de los dedos.
Y sonrío. Y es de verdad, no llevo ninguna máscara.
Pero la mañana llega y todo eso se va. Y vuelve el vacío.
Repaso mis fallos, mis errores, mis defectos. Y sin todo eso, hubiera sido otra cosa.

Let me tell you a story...

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Mira por la ventana. Recuerdos, de aquel día, el día que le conoció. Cierra los ojos y siente el aire. Le siente por un instante, cree estar cerca de él. Abre los ojos y se queda mirando al cielo, perdida en si misma. Las palabras que mas le dolieron, vuelven a su mente. Intenta pensar en otra cosa. Cierra la ventana, y se tumba en la cama. Increíble, ni ella mismo hubiera pensado que le gustaría tanto, pero las cosas son así, nosotros no elegimos quien nos gustará y quién no. Se sienta en la cama, intenta apartarle de su mente, una vez mas, imposible, sea como sea consigue colarse en sus pensamientos. Le quiere, el 99'99% de sus pensamientos es él.
[En otro lugar de la misma ciudad]
No puede creer que le dijera eso. No puede creer que haya sido tan insensible, tan tonto al decir esas palabras que eran mentira. ¿Todo porque? Por miedo, por miedo ha estar con ella, y que saliera mal y perderla, y por miedo a perderla, la perdió de verdad. Que estúpido son aveces esas personas que tienen miedo a arriesgar, que tontos son, arriesga, si pierdes ¿Que puede pasar? Nada, pero seguimos teniendo miedo a arriesgar. Y es que es eso verdad, de que el humano tropieza dos veces con la misma piedra.
Él realmente la quiere, pero es estúpido, por decirle aquellas dos palabras. Piensa que mañana la verá, se alegra un poco. Quiere estar junto a ella, abrazarla, besarla, todo el tiempo. Pero a culpa de su estupidez, no va a poder, ni eso, ni nada, por que ya la ha perdido. No sabrá como reaccionará mañana cuando la vea. Solo se dejará llevar por el momento. Se tumba en la cama, mirando al techo, recuerda cuando ella le dijo que su mejor manera de pensar, era quedarse mirando al techo, se perdía en si misma, y solo dejaba fluir sus pensamientos. Estúpido.
Se queda dormido, con tantos pensamientos.
[En otro lugar de la misma ciudad]
Se despierta. Se queda sentada en la cama. No deja de gruñir por el instituto, por levantarse temprano, y por la cara de amargados de los profesores. Se levanta y se viste lentamente. Recuerda que lo verá. Intenta pensar en otra cosa. Termina de vestirse y va al cuarto de baño ha peinarse y lavarse la cara. Termina y coge su mochila, sin desayunar, perdió el apetito cuando el le dijo aquellas palabras. Se encamina hacia el instituto. Pensando en, como siempre, él. Llega y ni si quiera saluda a sus amigas, no tiene ganas de nada. Entonces el entra por la puerta. Ella se sienta en su sitio y saca sus libros. Intenta hacer como la que no sabe que el existe. Mira nada mas que a sus libros, a sus apuntes y a su bolígrafo. Escucha esas palabras que le alegraron el día, esas palabras lo cambiaron todo.
-Soy estúpido.

Querido diario;

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Hace tiempo que no escribo, varios días, unos pocos de días. Y necesito escribir ahora mismo. Y, es que, escribir es como mi droga, ¿sabéis? Además, estos días han ocurrido muchas cosas, demasiadas para los pocos días que llevo sin escribir. Algunas buenas, otras malas, otras de las que mejor no hablar... Y también, ha sido el peor fin de semana de todo el año. ¿Por qué? "Observo, escucho, callo y exploto". Exploté, pero como nunca lo he echo. Quizás era ese el momento en el que necesitaba desahogarme, una vía de escape, y no la tenía. Demasiadas cosas en la mente, demasiadas cosas me estaban pasando, demasiado rápido todo. Era algo así cómo cuando ves un vídeo y lo pasas rápido, estás viendo todo, pero todo pasa demasiado rápido. He abierto los ojos en muchas cosas, tanto como los he cerrado en otras.-había veces en las que quería aferrarme a mis ilusiones para no encontrarme de cara con la realidad-. Muchas cosas sobre mis hombros, muchas ilusiones, sueños, autoestima...La única cosa que pasaba por mi mente era; ''¿Qué es todo esto?''. Mucho peso sobre mí, por mis errores. ¡Juro que no quiero cometerlos! ¡Lo juro! ¿Pero qué hago? ¡No los hago queriendo! Ojalá pudiera ver que es lo que pasaría después de tomar una decisión, así nunca me equivocaría. ¿Y qué le hago si lo único que quiero no puedo tenerlo? Y no, no es algo material. 
Este fin de semana ha sido...¿estresante? ¿largo? ¿raro? Creo que todo eso y más. Ha sido la primera vez que he mostrado las lágrimas delante de una persona. Y es que era eso una de las cosas que necesitaba; llorar.
Ahora es domingo, son las ocho cuando escribo esto, y estoy repasando mi fin de semana, paso a paso. Y creo que me ha servido para aprender cosas, quizás para eso, o quizás para darme cuenta de lo que hago mal. Pero sobre todo para darme cuenta de que hay veces, en las que se necesita un poco de apoyo, un simple abrazo de una persona para que se venga todo lo que estabas aguantando encima. Y no es que sea una depresiva, al contrario, nunca suelo ser así, suelo ser esa chica que está siempre sonriendo o riendo, que siempre hace sonreír a los demás, qué siempre estará para una persona aunque esta sea su enemigo. Y cuando el 2013 empezó lo dije; ''Este será el mejor año de mi vida'' y se está cumpliendo. Pero que sea el mejor año de mi vida no implica que no tenga por que hundirme, que siempre esté riendo, no soy de piedra. Y ahora que han terminado de derrumbarme creo que soy capaz de levantarme muy fuerte, más fuerte que antes, esperar a que llegue el verano, a que llegue lo que realmente estoy esperando de este año. 

También quiero decir que le debo este fin de semana a varias personas. A las que me han visto y me han echo sonreír sabiendo que estaba mal. A las que sin saber que era lo que me pasaba han estado ahí. A las que me han echo darme cuenta de muchas cosas este fin de semana. Os juro que sin ellas, no sabría que haría. Por que siempre están ahí, cuando las necesito y cuando no. Siempre. Y esas personas saben quienes son. Las quiero, mucho, muchísimo. No sé cómo les agradeceré todo lo que han echo. Muchas muchas muchas muchaaaaaaaaaaaaaas gracias. Y sonreír, ¿eh? Que ustedes sabéis quienes habéis sido. 

Quería decir una cosa más; ¡TODOS A SONREÍR! 

De parte del unicornio retrasado. 

¿Jugamos a los barquitos?

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Sí, sí a los barquitos. Juguemos a tocarnos hasta hundirnos. ¿Qué te parece? Las reglas son el orgullo y la impaciencia ¿Vale? Es muy fácil. Tú tienes que tocarme con tu orgullo, hasta hundirme. Y yo, tengo que intentar hacer lo mismo contigo. ¿La impaciencia? Sí, la impaciencia por hundirnos, por ver quién pierde antes. Si pierdes, hundido quedarás. Si pierdo, hundida quedaré. Será un juego, un simple juego de niños, pero ya verás como deja de ser un juego para niños, cómo en un momento o en otro la impaciencia y el orgullo se unirán, verás como eso acabará con al menos uno de los dos. ¿Qué pasa si nos hundimos los dos a la vez? Hay un empate, por lo tanto hay que seguir jugando. 

¿Te has dado cuenta ya? ¿Te has dado cuenta de que a ese juego hacía mucho ya que tú y yo estábamos jugando? Oh... si no te has dado cuenta, espero que ahora sí. De todas maneras, la que va perdiendo ahora soy yo, y tú te has crecido mucho. Sé que tarde o temprano uno de los dos acabe un hundido, será cuando el juego acabe. 

¿Nos arrepentiremos de todo esto? No lo sé. No lo sé, ni lo quiero saber, por ahora solo quiero seguir jugando. Quiero intentar vencerte. Me has ganado muchas veces, pero esta vez es muy seria, demasiado seria, quizás. Y a lo mejor después me arrepiento, pero no voy a dejar que tu intentes hundir mis barcos, sin yo intentar hundir los tuyos. 



Todo esto tiene la pinta de que va a acabar muy mal. Y, sinceramente, creo que los dos sabemos quién tiene la culpa, quién, sin darse cuenta, empezó el juego. Y no fui yo. Y cuando uno de los dos diga ¡Tocado y hundido! Será entonces cuando nos demos cuenta de todo lo que perdimos. Aunque, repito, que no me arrepiento de nada de esto, De nada. Tú empezaste, yo no me quedaré quieta, eso tenlo por seguro. 

Observo, escucho, callo y exploto.

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Observo, todo mi alrededor. Demasiado observadora quizás, demasiado. Pero ¿Y qué? Aunque parezca que vivo en otro planeta, aunque parezca que estoy ida siempre, observo siempre. Y así es como me doy cuenta de la realidad, de todo lo que pasa a mi alrededor, aunque haya veces que me choque con la realidad de frente. Y duele. Como si te comieras una pared cuando vas corriendo por casa.

Escucho, todo, te escucharé todas tus quejas, todos los problemas, las alegrías. Escucharé todo lo que tenga que escuchar, aunque me duela, escucharé. Y callaré.

Callo, callo todo lo que llevo dentro, todo el daño que me ha echo tanto lo primero como lo segundo, callaré cada palabra contra todo. Pero, yo no soy de piedra. Creo que soy como un globo al que vas llenando de aire y llega un momento en el que explota. 

Exploto y echo todo lo que se me ha ido acumulando, todo lo que llevaba dentro. Suelto mil cosas sin pensar, aunque después me arrepienta. Y aunque a cuenta de esto lo haya pasado muy mal, creo que a veces paso demasiado la raya de la paciencia. 

Who I am.

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¿Sabéis? Hoy voy a hacer una entrada que no sea triste, que diga las mismas cosas de siempre. Hoy voy a decir que, aunque me quejo mucho, realmente, soy feliz. ¿Por que? No lo sé, tal vez por que quiero algo que no tengo, y es lo que realmente quiero. No es algo material, y al no poder conseguirlo veré que todo es una mierda. Pero, hoy, he abierto los ojos, he mirado a mi alrededor y me he dado cuenta de que estoy rodeada de cosas que no aprecio. Por eso nunca seré sombra de nadie. Nunca. Siempre seré Nuria. Una chica normal, de un instituto, no es que saque buenas notas, pero tampoco es que catee.. y si cateo es por que me da mucha pereza todo. Aun así, soy una niña feliz, ¿por que no? Estoy rodeada de gente que me quiere, y yo a ellos. Tanto mis amigos, como mi familia. Y, a lo mejor me falta esa cosa, pero...¿Y qué? Vale, habrá día en los que sí, en los que me siento vacía. Pero ¿Que más da? ¿Por que no sonreír a todo? ¿Por que no puedo olvidarme de las los problemas y ser yo? Esa chica que sonríe a pesar de que todo esté perdido, que aunque es un poco... olvidadiza y cabezona, siempre estará ahí para una persona. Y es que, ya me he llevado mil palos por hacerme ilusiones ¿Y? me llevaré mil más, muchos más. Pero igual que me caigo, me levanto. Así de claro. Así que este va a ser el último día que esté decaída. El último, lo prometo. Hay personas que están peor que yo, y siempre están bien. Y yo, puedo ser fuerte, y dejarme de tonterías. Hoy, llega Nuria. Esa Nuria que empezó el 2013 diciendo ''Este será el mejor año de toda mi vida'' y así será. Y hasta el momento se está cumpliendo. Por que hago errores como todo el mundo, me caigo, me levanto. Pero está siendo el mejor año de toda mi vida. Y así seguirá. Por que nunca me habían pasado tantas cosas. Nunca había tenido tantos amigos. Y aunque tuve unos años atrás muchas cosas encima ¡QUE LE DEN AL PASADO! Esto es el presente. 

Ahora sí que sí. Ahora voy a ser yo.

''The thing that I hate most about you is that I still love you''

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Mira a su alrededor. Aspira aire, intenta relajar los músculos. No puede. Suspira y se da la vuelta, intenta sonreír. Una sonrisa tan falsa que hasta ella se da cuenta de lo mal que lo está haciendo. Alicia mira al cielo, mordiéndose el labio. No quiere, no quiere llorar más, no quiere estar más así. Quiere sonreír de verdad, como lo hacía antes, pero no es capaz de hacerlo, le fallan las fuerzas. 

Marcos la observa. ¡Odia que esté así! Con la gran persona que es, y esa manera que tiene de animar a un muerto...¿Qué es lo que pasó para que ella se convirtiera en una persona tan frágil? ¿Quién se llevó sus fuerzas? Se acerca a ella, lentamente, mirando esa mala sonrisa que tiene en los labios y la abraza con cuidado, como si se pudiese romper. Pero Alicia se aparta, la culpa de que ella esté así la tiene el y sus putas promesas. 
-No hagas eso.-Murmura, mirándole directamente a los ojos.
-¿Por que?
-¿No ves el efecto que causas en mi? Sabemos muy bien por que yo estoy aquí contigo. Y sabemos los dos muy bien que es lo que me pasa.
-Pues la verdad es que no.
-¿No? ¿No recuerdas esos ''para siempre'' que me decías una y otra vez? ¿Y todo los sueños que teníamos montados juntos? ¿Y esa manera de querernos solo con mirarnos? ¿Donde queda eso? ¿Eh? Sí, antes era una chica que sonreía con todo, que animaba a todo el mundo que estaba con todos, que era feliz. Pero tú la mataste, con cada mentira, cada sueño, cada beso. ¿Recuerdas el último mes de nuestra relación? Yo sí, y recuerdo a la perfección como no respondías a mis llamadas, como cuando nos veíamos era como si fuéramos amigos, que me veías llorar y solo decías ''¿Quieres dejar de llorar?'' ¡Y tienes el valor aun de venir aquí, e intentar ''animarme'' dándome un abrazo!  ¡Tú mataste a la chica alegre! ¡Tú solo!-Se limpia las lágrimas que se le han escapado mientras soltaba este gran discurso, y lo único que se atreve a decir es.- Pero yo me odio...te sigo amando como el primer día...

Y un pájaro pía mientras revuela por una chica que llora y un chico que no sabe que decir ¿Quién entiende a los humanos?

TODAY WAS A FAIRYTALE.

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Una tarde de verano. El sol ya está cayendo. Y tu tomas mi mano, entrelazando los dedos, como si encajaran a la perfección. El corazón me late rápido, y...quiero gritar. Quiero gritar que este momento es perfecto, y que no sueltes mi mano. Me acompañas a todos lados de la mano, cómo si no pudieran separarse. Te miro, me miras y sonreímos. ¿Qué tiene tu sonrisa que me es tan especial? ¿Que me hace soñar con algún día estar sobre esos labios? El sol sigue cayendo, y un olor un tanto especial se levanta, un olor que parece sacado de una película de amor, el olor al verano y al amor. Y yo lo que huelo ahora mismo es amor. ¿Cómo consigues tener este efecto sobre mí? Y es que no soy capaz de ponerte en frente de ti y decirte todo lo que siento, aparte de que lo que siento en este justo momento es inexplicable. La noche cae, y con eso su manto de frío. Y yo tirito, y tu te quitas tu sudadera y me la dejas sobre los hombros. Huele a ti. Y sonrío. De nuevo algo fuerte hace que el corazón se me vuelque. Y no ha conseguido esto nadie. ¿Por que eres así? ¿Por que naciste jodidamente perfecto? Te necesito en mi vida, como no he necesitado a nadie. ¿Qué es todo esto que llevo dentro cuando te veo? ¿Qué es todo esto que siento cuando sonríes, cuando me besas la mejilla, cuando me apartas el pelo de la cara, cuando me dejas tu sudadera, cuando te veo? ¿QUÉ ES? ¿ME LO PUEDES EXPLICAR? Y es que cuando estar cerca, no soy capaz de dejar de sonreír, influyes demasiado en mi estado de ánimo, y no me preocupo, me gusta. ¿Tanto me gustas? Es que necesito que ahora mismo tires de mi mano y juntes mis labios con los tuyos, que nos fundamos en un beso, sentirte cerca, muy cerca, necesito quedarme horas mirándote a los ojos, sin que me importe que el tiempo pase, quiero estar así contigo para siempre. Una broma, me hago la enfada y sueltas mi mano para abrazarme por detrás. Y ahora el corazón me va muy rápido. Y es que tengo ganas de darme la vuelta y besarte, pero no soy capaz, solo apoyo la cabeza en tu pecho y cierro los ojos, envuelta por tu aroma. Y ahora me siento pequeña entre tus brazos, me siento la persona más pequeña del mundo, sobre todo cuando me susurras al oído ''enana, ¿estás cómoda?'' me hago muy pequeñita y asiento. Y no sé por que siento todo esto por ti, y me pregunto una y otra vez si tu lo sientes, y espero que sí, si no me daría algo... Miro la hora. El día se acaba de acabar, tengo que volver a casa y tu me acompañas. Llego a la puerta y me das un gran abrazo. Entonces siento... siento que... 
                                                                                           Hoy fue un día de cuento de hadas.

I want to scream my feelings.

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Quería decirte todo esto y no sabía cómo. ¿Cómo se explica algo que sientes muy dentro de ti? ¿Cómo se expone eso sobre un papel? A mi me resulta difícil, por que todo esto que siento es muy grande, y es... por ti. 
Y es que, cuándo me miras el mundo se hace grande, todo se hace grande, y yo, me siento la persona más pequeña del planeta. Tus ojos se clavan en los míos y es una punzada directa al corazón. Pero después te das la vuelta y besas a la chica que tienes junto a ti. Y se entiende. La quieres ¿verdad? Yo te quiero a ti. Pero sé que no te puedo tener.

¡Maldito Cupido! ¿Quien le enseñó a tirar las flechas? Conmigo se equivocó. 

Esto es cómo el dominó, tu caes por ella, y yo caigo por ti. Hay veces en las que quiero gritarte todo lo que siento, que yo también me merezco esos besos que le das a ella, también te quiero gritar todo lo que estoy guardándome dentro cada vez que te veo con ella. Pero hay otras veces, en las que prefiero callármelas, sufrirlo en silencio, y después, desahogarme con mi diario. 
Y es que nadie, en serio, nadie me ha echo sentirme como tú.
Aun recuerdo el día de verano que alcé la vista y vi tu sonrisa. En ese momento supe que tú serías alguien muy especial en mi vida. 

A medida que el verano avanzaba, te veía más, y más sentía por ti. Hasta que me enamoré.

Por favor, ahora que estás con ella, no te olvides de la chica que siempre sonreía.

The forgotten.

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¿Cómo llegamos hasta aquí? Sería por que caminábamos sobre una frágil cuerda, empujándonos mutuamente, para quedar uno encima del otro, sabíamos que uno de los dos caeríamos, pero no sabíamos las consecuencias. Sabíamos qué en un momento o en otro nos quedaríamos sin nada de lo que teníamos, sin nada de lo que éramos. ¿Qué fue de todas aquellas promesas que nos hicimos? ¿De todas aquellas sonrisas que nos regalábamos el uno al otro? ¿Que pasó con nosotros?

Y esa cuerda se rompió, y los dos caímos al vacío, perdimos los dos, aunque ninguno de los dos lo sabía. Todo era por puro orgullo, el maldito orgullo. Tú y yo, allí, bajo la lluvia, mirándonos y lo único que fuimos capaces de decir fue '' Adiós, que te vaya bien''. Y, aunque nos mintamos, sabemos bien que si no está aquí el otro, ninguno de los dos está bien.  
Por eso quiero olvidar.

Olvidar todo lo que ese día de lluvia pasó, a lo que nuestro orgullo llegó. Y, es que, no puedo más. Quiero empezar de nuevo nuestra historia, esa historia de dos, esa historia que pensábamos que acabaría con un ''Y comieron perdices y vivieron felices'' pero no fue así. Ahora quiero olvidar todo eso, es lo único que quiero. Y que empecemos de nuevo una historia.

Una historia con nuevas promesas, promesas que si cumplamos. Y nuevas sonrisas. Y nada de orgullo. Por que lo que más arrepiento es haberme metido en aquella cuerda frágil, en la que sabía que acabaríamos mal. Y me siento mal, por que por puro orgullo, seguí dejando que pasáramos por la cuerda. Pero por favor, no pasemos más por ahí.
Por que yo, por que yo...

                                                                                                                      Te echo de menos.

''Cuidado con los sueños, sobre todo cuándo se hacen realidad''

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Invierno. Ya madrugada. Hace mucho, pero que mucho frío.  Es simplemente un día más de invierno, y algo me falta. Y sé bien lo que es.
¿Por dónde empezar? Fue un sueño, pero un sueño que marcó mi vida para siempre. ¿Cómo describir eso que sentía en cada sueño? Era tan sumamente extraño... Y lo peor, era que me hacía sentirme llena, a cada sueño...

Recuerdo el primer sueño. Su sonrisa me llenaba y sus caricias las sentía. Era un sueño, pero era tan y tan real, que cuando me desperté, lo primero que hice fue buscarle, pero no, el no existía... Y eso me hizo sentirme vacía, y aunque estuve con mis amigos, ese vacío no se me quitó. Era algo... sumamente extraño.
Los días pasaban, y seguía teniendo aquellos sueños. Y lo que más recuerdo era su sonrisa, eso se me quedó marcada para siempre. Algunos días, no soñaba con él, era extraño.
Sinceramente, me estaba enamorando de una realidad inexistente, era... increíble.

Pero llego el verano, con el miles de ilusiones. Para entonces, ya me había olvidado de aquella sonrisa.

Lo peor, fue cuando alcé la vista en aquella tarde de verano, y me encontré con esa sonrisa, y no, no era un sueño.

One more time..

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Una vez más, no le veo el final feliz a este cuento, y me he dado cuenta de que NADA es de color rosa, si lo ves así, quítate las gafas esas de cristales rosas, te vas a chocar de frente con la realidad.

Camino sola en una gran carretera. Veo a gente, pero es como si no estuvieran. Lucho sola, me derriban, y me hago más fuerte. Es como un circulo. Estoy rodeada por un muro que me hace fuerte, muy fuerte, mientras,  las personas le tiran piedras, para derribar este, pero yo, vuelvo a construir el muro, más fuerte que la vez anterior.

Sueños rotos, cero de esperanza, y bajando. Ya todo me da igual, se intenta ser feliz, pero siempre hay alguien que intenta que seas la persona más triste del mundo.
¿Pero sabéis?

Ha llegado el momento de encerrarme en mí, y desahogarme un poco. Hasta que salga, y diga, ¡Soy Nuria, y hoy, me la pela todo!

So... LEAVE ME ALONE

Dreams.

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SOÑAR, pero no luchar. Y es que así soy yo. Son tantos sueños acumulados, tantos sueños rotos.

Quiero LUCHAR, reconstruirlos, pero...lo he intentado, y es tan...¿Difícil? supongo que sí, que es eso.
Iré creciendo y a la vez que crezca esos sueños se harán cada vez más lejanos, y cada vez tendré menos oportunidades de alcanzarlos, hasta que desaparezcan.

Seguiré mi camino viendo oportunidades pasar, y me arrepentiré; pero no soy capaz de hacerlo. Son sueños de adolescente, y desaparecerán. Pero son sueños que se tienen una vez en la vida, y si no los cumples, perderás el simple echo de vivir eso, o intentarlo.

Pero, es hora de que LUCHE, POR LO QUE QUIERO.