lunes, 7 de julio de 2014

Confesiones.

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No es que siempre tenga sueño, a veces solo desconecto mi mente y dejo de escuchar por que me canso; sí, puede que te esté mirando, asintiendo con la cabeza e incluso repitiendo las últimas palabras o terminando tus frases, pero es un método que utilizo para que parezca que escucho, puede que mientras tú me cuentas algo sobre ti, yo me esté fijando en el chico o la chica de atrás y lo nervioso/a que está pues no para de mover su pierna y mirar a todos lados , puede que esté pensando en el nuevo libro que me estoy leyendo y en la intriga que este mismo me está dejando, puede que esté pensando en alguien importante para mi, o incluso puede que esté resolviendo el problema que hay entre otras dos personas cercanas a mi. Sé que suena estúpido, pero soy así, una chica perezosa que suele dormir en el momento que dejas de prestarle atención -con esto no quiero decir que me guste ser el centro de las cosas, si me duermo en el momento que no me miran es por que mientras me miran no puedo hacerlo- soy una chica que prefiere soñar que vivir en la realidad, pero ¿para que mentirnos? soñar es creer, y si me paso el día soñando, en teoría es por que creo en mí ¿no? Hasta ahí bien. Sí, una chica observadora y soñadora. Quizás por eso cuando choco con mi realidad acabo con heridas más profundas que cualquier otra persona realista, pues, cuando todos miran a su ombligo, yo estoy mirando al cielo, o quizás e incluso más probable, esté mirando a la sonrisa que tiene ese chico que tanto me encanta., y que creo que sin ella sería solo un poquito menos soñadora. Recuerdo cuando de chica salía con mis padres, solían decir que yo era tímida y callada, que es cierto, pero prefería observar a las personas que pasaban e incluso saludaban a mis padres e imaginarme como serían sus vidas según lo que llevarán puesto, entonces, era pequeña y poco uso de razón tenía, pues toda aquellas vidas que aparecían en mi cabeza no era más que aquellos juegos que habría tenido con mis muñecas. Y como he dicho antes, sí, soy tímida y callada, y es que a veces me encierro en mí misma. Es como si de repente estuviese, y de repente, pues ya no, solo mi cuerpo está allí presente. Puedo estar dos horas así, o un día, o una semana o un mes, según el tiempo que le dedique a pensar en mis cosas, aunque ya, poco me encierro en mi misma, y cuando ocurre, pues eso ni lo quiero, ni lo pido, trato de disimularlo hasta que se me pase. Antes era más común que me ocurriese, ya es raro que me ocurra. Parte importante de mi felicidad se la debo a la sonrisa mencionada anteriormente, es curioso como alguien puede pasar a ser algo tan importante en tu vida, así como para esa sonrisa también a otras que son también muy importantes. Dormilona. Sí, eso sí que soy. Quizás por que me gusta refugiarme entre mis sueños, aunque a veces estos mismos quieran asustarme y hacerme pasar malas noches. 
Aunque lo que sobre todo soy, es una chica normal, que prefiere estar aquí y allí, que estar aquí solo, una chica que sonríe a pesar de que todo este perdido, una chica infantil e inmadura que sabe que tiene a una persona al lado que le ayudara a encontrar siempre su norte, y que otras personas le apoyaran cuando se pierda, soy una chica que no se siente guapa, solo se siente ella, una chica que adora las sonrisas de las que se encuentra rodeada, que cree en la magia y que poco a poco vuelve a creer en los cuentos de hadas.
Sí, esa soy yo. Eso es más bien todo lo que me han hecho ser, tanto las personas, como libros, como películas, como cualquier estupidez que haya pasado por mi vida.
Me sorprendo; por que esto es todavía el comienzo.