jueves, 20 de febrero de 2014

Let me tell you a story...

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Mira por la ventana. Recuerdos, de aquel día, el día que le conoció. Cierra los ojos y siente el aire. Le siente por un instante, cree estar cerca de él. Abre los ojos y se queda mirando al cielo, perdida en si misma. Las palabras que mas le dolieron, vuelven a su mente. Intenta pensar en otra cosa. Cierra la ventana, y se tumba en la cama. Increíble, ni ella mismo hubiera pensado que le gustaría tanto, pero las cosas son así, nosotros no elegimos quien nos gustará y quién no. Se sienta en la cama, intenta apartarle de su mente, una vez mas, imposible, sea como sea consigue colarse en sus pensamientos. Le quiere, el 99'99% de sus pensamientos es él.
[En otro lugar de la misma ciudad]
No puede creer que le dijera eso. No puede creer que haya sido tan insensible, tan tonto al decir esas palabras que eran mentira. ¿Todo porque? Por miedo, por miedo ha estar con ella, y que saliera mal y perderla, y por miedo a perderla, la perdió de verdad. Que estúpido son aveces esas personas que tienen miedo a arriesgar, que tontos son, arriesga, si pierdes ¿Que puede pasar? Nada, pero seguimos teniendo miedo a arriesgar. Y es que es eso verdad, de que el humano tropieza dos veces con la misma piedra.
Él realmente la quiere, pero es estúpido, por decirle aquellas dos palabras. Piensa que mañana la verá, se alegra un poco. Quiere estar junto a ella, abrazarla, besarla, todo el tiempo. Pero a culpa de su estupidez, no va a poder, ni eso, ni nada, por que ya la ha perdido. No sabrá como reaccionará mañana cuando la vea. Solo se dejará llevar por el momento. Se tumba en la cama, mirando al techo, recuerda cuando ella le dijo que su mejor manera de pensar, era quedarse mirando al techo, se perdía en si misma, y solo dejaba fluir sus pensamientos. Estúpido.
Se queda dormido, con tantos pensamientos.
[En otro lugar de la misma ciudad]
Se despierta. Se queda sentada en la cama. No deja de gruñir por el instituto, por levantarse temprano, y por la cara de amargados de los profesores. Se levanta y se viste lentamente. Recuerda que lo verá. Intenta pensar en otra cosa. Termina de vestirse y va al cuarto de baño ha peinarse y lavarse la cara. Termina y coge su mochila, sin desayunar, perdió el apetito cuando el le dijo aquellas palabras. Se encamina hacia el instituto. Pensando en, como siempre, él. Llega y ni si quiera saluda a sus amigas, no tiene ganas de nada. Entonces el entra por la puerta. Ella se sienta en su sitio y saca sus libros. Intenta hacer como la que no sabe que el existe. Mira nada mas que a sus libros, a sus apuntes y a su bolígrafo. Escucha esas palabras que le alegraron el día, esas palabras lo cambiaron todo.
-Soy estúpido.

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