domingo, 8 de junio de 2014

I'm happy, I promised you.

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Noche de verano, me encuentro volviendo a casa y voy con una leve sonrisa tonta dibujada en los labios, algo que hacía mucho tiempo que no me pasaba. Me siento feliz, tan feliz que me da miedo que un día la señora Vida decida que me sienta todo lo contrario, y que todo lo que hoy tengo, lo acabe perdiendo. Sé que un día las cosas me fueron mal, tan mal, que me limitaba a sentarme en un banco y observar como un zombie, a escuchar tonterías de las personas que se me sentaban a mi alrededor y me contaban sus problemas sin si quiera fijarse si yo escuchaba de verdad. Hoy, aquí, en esta dulce noche de verano, me doy cuenta de lo estúpida que era en esos momentos, ahora, que la sonrisa de mi cara no se puede borrar y que todo vuelve a estar en su sitio. Es raro ¿no? Un día estabas tan abajo que no podías ni mirar a las estrellas sin tener que ver tus ojeras, y ahora estás tan arriba que el brillo de tus ojos está más fuerte que nunca. Y si lo pienso bien, que hoy el brillo de mis ojos esté así es gracias a esas personas que se sentaron junto a mi y sin hacer mucho, trataban y conseguían hacerme sonreír de una forma sincera, personas que están ahora en mi vida, y que se que sin ellas aún estaría muy perdida en mis complejos, miedos, desconfianzas... Gracias a ellos, soy la que soy hoy en día. La gente pasa, pero es algo que a mi me cuesta afrentar, por eso el echo de que me acompañen, de que estén aquí, conmigo y que no se vayan de mi lado significa más de lo que ellos podrían imaginar. Comienzo a recordar, a sonreír de una forma más amplia cada vez que una imagen aparece en mi cabeza, imágenes que no se capturaron en una foto pero si en mi mente, y es que es imposible que se me borre esta sonrisa de la cara. Los veo a ellos, picándome, haciéndome reír, le veo a él, sonriéndome allí de pie parado y mirándome, veo a los que se fueron, y agradezco que se hayan ido por hacerme así de fuerte. Ahora solo quiero que el día de mañana vuelva a empezar, con unos bonitos buenos días, que vuelva a empezar el día con una sonrisa, que me duche y me vaya de casa y no aparezca en todo el día y hasta que no sea tarde tarde no entre por la puerta de casa y me vaya de nuevo a la cama, quiero que mañana sea otro día como el de hoy, o incluso mejor. Y es que de nuevo empiezo a creer en la magia, en la magia de esos pequeños momentos, en las de cuándo el me mira y automáticamente sonrío, en las carcajadas altas y que hacen que te retuerzas del dolor y la falta de aire aparecen de nuevo, de cuando el olor de verano se vuelve dulce y sumamente increíble... Quiero vivir en un eterno verano moral, que sea siempre así mi vida, que las cosas no cambien, que todo sea una aventura, cada día una sorpresa dentro de la rutina, algo nuevo que vivir, nuevas sensaciones. Pero siempre acompañada de estas sonrisas tan bonitas que tengo a mi al rededor.

Por que estoy aquí, otro mes de Junio.
Mirando al cielo, a las estrellas.
Estoy sonriendo.
Y sé que nadie podrá borrar eso.