domingo, 4 de septiembre de 2016

7. Whatever.

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Días han pasado desde el día del pub, puedo decir que ya me siento mucho mejor. Y es que a veces está bien no estar bien, creo que no se me entiende, pero lo importante es que yo lo haga. Me he relajado y he tratado de sacar cosas de mi mente, y creo que lo he conseguido.
Lo que no he conseguido es que Enzo no se molestase por no despedirme de él en el pub; aunque cosas así nos pasan siempre, normalmente lo dejamos caer por mensaje con cierto recelo, nos hacemos poco caso durante ese día, pero a la noche ya está el en mi casa por que se aburría, o yo en la suya, o estamos en la calle con los demás como si nada hubiese pasado. Y el otro día no fue una excepción, me lo dejó caer, no me habló más en toda la tarde, salieron planes de ir al cine a ver una película y ya Enzo me estaba mandando trailers y críticas de todas y cada una de las películas que estaban en la cartelera.

Aria, sin embargo, si se enfadó un poco, y es que admito que yo tengo la culpa. Y bueno, Adam también un poco, pero comprendo que hablara con ella ya que es su hermana. Este le dijo que yo no estaba mala, simplemente, que no era mi día. Sé que no le contó razones por que si ni yo misma sé que me pasó ese día, dudo que el lo sepa; y eso fue justo lo que incitó a Aria a estar todo el día detrás de mí diciéndome que me pasaba, que estaba preocupada. En el cine, ya cansada, tuve básicamente que decirle directamente que no me volviese a preguntar, que me estaba agobiando, entonces rodó los ojos y se dio media vuelta. Puedo decir que se paso el resto de la noche molesta conmigo, pero al final de la noche, de camino a casa con Enzo y Adam, empezamos a reírnos por cosas tontas y que no eran más que nuestras bromas internas.

Hoy es uno de esos días en los que te has pasado semanas contando los días para que llegase y es que vamos a la casa de Mark. Su casa está sola por una semana así que nos ha invitado a pasar el fin de semana en su casa (ya que tiene piscina y demás). Aunque no creo que nos quedemos solo el fin de semana, bueno, si lo haremos, pero no quita que al día siguiente, Mark dirá que se aburre y entre una cosa y otra más de uno acabaremos allí, ya sea en la piscina o simplemente haciendo compañía a este.

Me despido de mis padres antes de salir apresurada por la puerta, estos me recuerdan que me llamaran más tarde, que me lo pase bien y que tenga cuidado. Casi corro por las calle, pues he quedado con Aria en un supermercado para comprar algunas cosas, Adam ya está en la casa de Mark ayudando a recoger, ya que sus padres se fueron la noche anterior y Christian y Adam se quedaron allí a pasar la noche entre pizza, cerveza, y vídeo juegos. Al parecer han dejado la casa llena de basura, y por lo que me ha contado Christian anoche antes de irse a dormir le llego un olor a quemado, dándose cuenta más tarde que habían dejado una pizza metida en el horno y se habían olvidado completamente de ella. Casi queman la cocina.

Enzo no fue por que estaba con Gin, ya que ella se va de viaje con sus padres durante dos semanas, así que quedó con ella para despedirse. Después me mandó un mensaje a las cuatro de la mañana que ponía ''mañana voy directamente a casa de Mark, no puedo dormir, estoy leyendo ese libro que me dejaste'', que por cierto, ese libro se lo deje hace un año.

Llego jadeando a la puerta del supermercado, donde veo a Aria esperando con cara de que su mente aún está en su cama, colocando las manos sobre mis rodillas, para tomar aire y descansar. No son ni las doce y ya hace una tremenda calor.
-¿Por que somos las únicas pringadas que hacen la compra?-Es lo primero que dice ella, yo alzo la cabeza.
-Piensa que ellos están limpiado. Prefiero estar comprando a estar limpiando.-Me encojo de hombros con una sonrisa.
-¿Sabes lo peor?-Pregunta esta mientras entra dentro del supermercado.
-¿Qué?
-Que me apuesto lo que sea a que fue mi hermano el que se dejó la pizza en el horno.
-Vamos, no seas así con Adam.
-¿Que no sea así? -Hablamos mientras pasamos por los pasillos, buscando el de la comida basura.-¿Recuerdas cuando olvidó ponerse los zapatos y fue con las zapatillas de andar por casa al instituto?
-Pero eso fue hace mucho. Creo que fue el mismo año que os conocí.
-Sí, bueno, pues, entonces ¿recuerdas cuando olvidó las llaves dentro de la casa y tuvimos que esperar casi toda la noche a que mis padres aparecieran por que se habían ido al pueblo de al lado?
-Bueno sí. -Me encojo de hombros, mirando a las pizzas, cogiendo dos de la favorita de cada uno y echándolo en el carrito  que antes cogimos.
-¿Y Enzo?-Pregunta Aria, quien esta cogiendo las hamburguesas que se encuentran en el estante de al lado.
-Dice que viene directamente a casa de Mark, que anoche no podía dormir. Tiene los horarios al revés.
-Vamos, que se está librando del trabajo sucio. Yo también he dormido una mierda y aquí estoy
-Supongo.-Pasamos al siguiente pasillo, cogiendo todo lo que necesitamos.

Aria y yo decidimos pasar por un bazar antes de ir a casa de Mark, para comprar cosas de decoración; velas, una especies de lámparas extrañas para decorar la piscina de noche, y cosas varias de ese estilo. Pero las cosas se nos va de las manos y acabamos comprando muchas tonterías con el dinero que nos sobra.
Caminamos hasta la casa de Mark, y aunque es un camino largo, por el camino vamos hablando y riendo, así que no se nos hace tan largo, pero si algo pesado por las bolsas, mochilas, y la calor que empieza a dar el sol.

Al llegar los chicos nos saludan, y nos dejan pasar, dejamos las cosas en la cocina de Mark, después nos tiramos en el sofá, por que la calor puede con nosotros. Adam se sienta junto a mi, dándome una coca-cola.
-¡Que bonito! Le das una coca-cola a ella, y a mi, que soy tu hermana, no me traes nada.-Aria gesticula de forma dramática, lo que nos hace reír, Adam simplemente se limita a tirarle un cojín.
Miro a Mark, quién está entrando en el salón.
-¿Hace falta ayuda para algo?-Pregunto.
-No, nada. -Sonríe y se sienta el también.
Christian está concentrado en poner la música, ya que esta buscando la manera de conectar todo, pero no sirve de nada por que el nunca termina de entender esas cosas, solo hace como el que sí y ya.
-Enzo es un estúpido. Se ha quitado todo el trabajo sucio de encima.-Dice Aria.
-¿Que soy un qué?-Enzo aparece por las escaleras de la casa, por detrás de estás.ç
-¿Estás aquí?-Pregunto, mirándole.
-Llegué hace como media hora, creo.-Dirige de nuevo la mirada hacia Aria, la cual vuelve a mirar hacia delante como si nunca hubiese dicho nada.-Aria, ten cuidado de lo que hablas.
Ruedo los ojos, bebo de mi coca-cola, y me levanto yendo a la cocina, para guardar las cosas que hemos comprado. Enzo me sigue.

-Avril, ¿te ayudo?
-Como quieras.
Comienzo a guardar las cosas en la nevera, Enzo me imita. Por primera vez en mucho tiempo un silencio incómodo se abre espacio entre nosotros.
-Oye, ¿te pasa algo conmigo?
-No, ¿por qué?
-Por que no eres la misma que antes conmigo. Cada vez te alejas más.

Y quiero responder que en realidad es el, pero me niego, y le digo que son imaginaciones suyas.
Pero por dentro, tengo ganas de gritarle.

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