Bueno, hoy comienza uno de mis meses favoritos del año; Octubre. Y es que, es uno de los meses en los que el tiempo está cambiando, en los que los días cada vez son más fríos, y además, es el mes del ''terror'', algo que a mí me encanta. Por que me encantan los temas paranormales, y creo que eso lo habéis notado.
No soy fan de las películas de miedo, por que en sí son mentiras, pero sí soy fan de las cosas que de verdad han pasado, es por eso que voy a contar mi experiencias con todo esto, o más bien cosas extrañas que han pasado, que quizás, tienen una explicación. Aunque bueno, por más que se la he buscado, nunca la he encontrado.
Antes de empezar me gustaría decir que todo esto es verdad, y realmente me ha pasado. No sacaría nada de ello mintiendo. También decir que hay personas más sensibles a la hora de sentir e incluso ver cosas, pero yo, no creo ser de estas.
No recuerdo que me pasara nada antes de los siete años. Recuerdo este día en especial por que en España acababa de ocurrir una tragedia muy grande, y la tristeza se notaba cuando andabas por la calle. Tras dicha tragedia, se hicieron bastante concentraciones de gente en plazas para recordar a las víctimas.
Era fin de semana y lo recuerdo como si fuese ayer, mis padres habían ido al centro de mi ciudad a una de dichas concentraciones, mientras, a mi hermana mayor, la cual es seis años mayor que yo, por lo tanto entonces tenía trece años, y se encontraba con una amiga pues tenían que preparar un trabajo para el instituto, además de cuidar de mí. Como, lógicamente, no podía molestar a mi hermana, yo estaba jugando en mi cuarto, el cual da de frente a las escaleras, mientras que ella se encontraba con su amiga en la habitación del fondo para preparar su trabajo, había que cruzar un pasillo para llegar desde la escalera, y si alguien pasaba, o alguien subía, yo lo veía.
Recuerdo estar jugando, con la puerta de mi cuarto completamente abierta, mientras en la planta de abajo no había absolutamente nadie pues como ya he dicho, ese día mis padres se encontraban fuera de casa. Y lo que más claro recuerdo es escuchar dos pasos en la escalera, como alguien que subía. Lo que no recuerdo, es sentirme asustada, simplemente dejar lo que estaba haciendo y cruzar el pasillo para decirle a mi hermana lo que había escuchado, esta al principio no me creyó, e incluso dijo que era la bota de su amiga, la cual, se había caído. Sin embargo su amiga se negó y le dijo que ella también lo había escuchado. Fue entonces cuando mi hermana se asustó y me metió con ella en ese cuarto, asustada de que pudiese haber alguien en la casa y sabiendo que de esa habitación no había salida, por lo que nos armamos de valor en salir, pero no fuimos capaces de bajar las escaleras.
La habitación tiene un gran ventanal que da a un patio de vecinos, abrimos este en espera de que algún vecino pasara por ahí, con la suerte de que vimos a una de mis vecinas, a la cual bajamos a abrirle la puerta, esta revisó la casa, pero no encontró absolutamente nada. Mi hermana, su amiga y yo, nos tranquilizamos y nos quedamos en compañía de dicha vecina.
Sí, realmente es una pequeñez, escuchar pasos. Pero esto se relaciona con lo que voy a contar ahora y es que cuando tenía once años hubo un día que me quedé totalmente sola en casa, era casi verano, recuerdo que tenía que hacer un trabajo para el colegio y estaba sentada en mi cama con el ordenador para escribirlo. Mi cuarto seguía estando donde mencioné anteriormente, pero ese día tenía la puerta cerrada, bien cerrada, tenía, realmente, todas las ventanas de la casa cerrada por lo que no había ningún tipo de corriente, y además, estoy segura de ello por que mi padre sobre las tres de la tarde cierra las ventanas para que no haya corriente en la casa.
Escuché un ruido, como si cogiesen el pomo de la puerta de mi cuarto, y me quede un rato mirando y vi como este bajaba, hasta dejar la puerta un poco entreabierta. Me asusté muchísimo por que estaba sola, y más me asusté cuando escuché pasos por toda la casa correteando. Cogí lo primero que pillé para 'defenderme' temiendo que alguien pudiese haber entrado en la casa. Me armé de valor, cogí a mi perro y llamé a mi madre, mientras llamaba a esta, seguía escuchando los pasos de alguien en la planta de arriba, así que me quedé sentada con mi perro en la entrada hasta que estos llegaron, no había nadie, y tampoco señal de que alguien hubiese pasado alguna vez por allí.
Si hubo algo que una vez me llamó la atención, fue que cuando arreglaron la calle del patio de vecinos, quitaban el suelo para poner el cemento nuevo, hasta que apareció un hueso que no parecía ser el de un animal, a partir de ahí dejaron de quitar nada, y se dedicaron a ponerlo encima.
Dicen que los sueños también puede ser una puerta ha este mundo paranormal y si hay algo que con frecuencia(más de con la que debería) me pasa es la parálisis del sueño. Esta, se define, según la wikipedia, como ''una incapacidad transitoria para realizar cualquier tipo de movimiento voluntario entre el estado de sueño y el de vigilia''. Para que realmente lo entendáis; crees que estás despierto, pero realmente estás soñando, y las cosas que más miedo te dan pueden aparecer, y por mucho que intentes gritar, salir corriendo tu cuerpo nunca hará.
Siempre que tengo uno de estos e intento gritar, noto como hasta se me desgarra la garganta de gritar, pero nunca sale sonido de ella.
Es una situación angustiosa y que no me gustaría que a nadie le pasase. Pero lo más extraño me pasa cuando me despierto, que puedo ver claramente una figura negra en una esquina de la habitación mirándome, y cuando alumbro ya no está.
Y quizás lo peor de todo esto es que no me ha pasado solo a mí. Mi mejor amiga (amante también de estos temas) se quedó a dormir una noche, dormía en la cama de al lado ya que mi hermana hace algún tiempo que se marchó. A la mañana siguiente me contó, algo asustada, que había tenido una parálisis del sueño, y que al despertar había visto a una figura negra mirándola.
Eso fue lo que realmente me asusto, si fuese yo sola, diría que me estaba volviendo loca. Pero ella tiene mucha más sensibilidad que yo (puesto que ella le han sucedido muchas más cosas y por otras que no diré hasta que ella no me de el permiso) y que también lo haya vivido, es de las cosas que más me asustan.
Y esta es quizás la que más miedo le da a mi familia recordar, aunque yo no la recuerdo muy bien. De pequeños todos hemos tenido un amigo imaginario, hay muchos que confirman que los niños tienen mucha sensibilidad con el mundo paranormal y son capaces incluso de ver, aunque después esto al crecer lo pierdan. Mi madre me contó que yo solía tener una amiga imaginaria que solo veía por las noches, ya que por las mañanas esta descansaba, según yo, en una cajita. Siempre iba acompañada de un peluche y siempre estaba sucia. Me contó que a mucha gente que le decía esto, automáticamente se le ponían los pelos de punta.
Estas son las experiencias que más recuerdo, más adelante en este mes traeré una contando las de mis amigos, y si recuerdo alguna más, pues os la cuento. ¿Cuales son las vuestras?