miércoles, 19 de agosto de 2015

The Sky's still blue

0

Hay veces que la caída es tan dura y te hace tantas heridas que levantarte del suelo parece imposible. Imposible por que te duele, por que  te avergüenzas, por que todos te señalan y comentan.
Y tu opción será siempre quedarte allí parado, buscando el momento en el que dejen de mirar para salir corriendo, mientras una palabra aparece en tu mente 'aguanta'.
Entonces buscas ayuda, ayuda que no encuentras, no encuentras esas manos que te recogían de la caída, y solo eres capaz de preguntarte; '¿dónde han ido?'. Esperas a que dejen de señalarte y te levantas, solo, sacando fuerzas de donde no las tienes.
Y huyes, haces como si nada hubiese pasado, como si nunca hubieses caído, como si ahora que te has levantado no doliesen las heridas, las cuales siguen abiertas.
Te olvidas de todo, intentas ser ajeno a lo que ocurre a tu alrededor, aunque eres bastante consciente de todo lo que pasa, que esos que no te dieron la mano ahora te lloran su caída. Estúpido ¿no? Cuando te necesitan te lloran y cuando los necesitas se evaporan.
Acabas gritando, gritando que el mundo se parece. Es en ese momento en el que eres tú el que se para, el que echa un vistazo al rededor, y ves que el mundo no es tan grande como parece ni tu tan pequeño como crees. Comienzas a echar todo lo que guardabas dentro en irónicas carcajadas. Y mientras, de las nubes grises, asoma un rayo de sol.
Y lo entiendes.
El cielo seguirá siendo azul tras las nubes grises.

0 comentarios:

Publicar un comentario