jueves, 18 de septiembre de 2014

''Me olvidé de poner en el suelo los pies y me siento mejor'''

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  Todo parece lejos. Tengo ganas de huir de la noche, la cual se ha vuelto traicionera y me espera en la cama antes de dormir todos los días para abrirme las heridas, para así rebuscar en ellas y no dejar que se cierren, con finos dedos de aguja. Siento miedo de la soledad, la cual siempre me mira con esos ojos deseosos,  como esperando a estrecharme en sus brazos. No puedo evitar ese vacío cuándo clava los ojos en mí. ¿Cómo hago para huir de esta sensación que me invade? Decían ser amigas mías cuando no era consciente, ahora demuestran ser traicioneras.

   Intento no pensar en el oscuro final de este camino, intento huir del tiempo pasado, y olvidar que el futuro está por llegar, intento enseñarle los dientes al mundo, pero siempre hay alguien que me acaba comiendo.  Trato de pisar fuerte, para acabar cayendo a ese hoyo. Agacho la cabeza, trago saliva, la levanto y sonrío como si la vida me fuese en ello. Grito en silencio. Siento que voy a reventar y entonces lo entiendo; Entiendo que las mejores cosas están por llegar. Que el cielo, sigue siendo azul tras esa cortina gris, que estoy aquí por algo, y si no estoy allí es por que me he vuelto a perder.
No entiendo nunca, y no quiero entender. Me he vuelto fría hacía el mundo. Frío ¿eh? El mismo que se cala en mis huesos en estas frías mañanas, el mismo frío que me dejó cuándo se fue. Pero entiendo que las mejores cosas están por llegar, y que esto no es más que una simple montaña rusa en la que estoy montada; hoy en lo más alto, mañana cayendo sin frenos. Mantengo lo que puedo sin saber que puede llegar a pasar, pues ahora que la noche se ha vuelto traicionera, y la soledad me abraza, y que juntas rebuscan en cada rincón de mi mente mis errores, mis malos recuerdo, ahora que parece que nada me entiende, es cuando sé que soy yo la que rebusca, y que es soy yo, como anteriormente mencioné, la que no quiero entender lo demás.

  Me he vuelto estúpida por esto mismo. Me he limitado a observar, como siempre. Me he limitado a callar. Pero ahora sé que no pasará más. Quizás esta noche baile con el diablo bajo la luz de la luna, quizás mañana le enseñe los dientes al mundo. Pero ahora mismo, solo voy a decir que yo puedo. Sí, puedo, por que no soy tan tonta como para quedarme en esta silla dejando que me rebusquen en mis heridas.